Publicado 21 de octubre de 2025 en Uncategorized
En el complejo sistema que es tu motor, hay dos componentes silenciosos que trabajan sin descanso para proteger tu billetera y el medio ambiente: el sensor de oxígeno y el convertidor catalítico. Aunque no suelen estar en la lista de mantenimiento habitual, su correcto funcionamiento es crucial. Una falla en cualquiera de ellos no solo puede encender la temida luz de “Check Engine” en tu tablero, sino que también puede disparar tu consumo de combustible y asegurarte un rechazo en la Revisión Técnica.
El sensor de oxígeno actúa como el “olfato” del motor. Ubicado en el sistema de escape, mide la cantidad de oxígeno en los gases quemados. Esta información es enviada a la computadora del auto, que la utiliza para ajustar en tiempo real la mezcla de aire y combustible, buscando siempre la combustión más eficiente posible. Cuando el sensor falla, la computadora trabaja a ciegas, inyectando generalmente más combustible del necesario “por si acaso”, lo que se traduce directamente en más visitas a la bencinera.
Por su parte, el convertidor catalítico es el “pulmón” ecológico de tu vehículo. Este dispositivo, que también forma parte del escape, contiene metales preciosos (como platino y paladio) que provocan una reacción química para transformar los gases más nocivos de la combustión (monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno) en compuestos mucho menos dañinos, como dióxido de carbono y agua. Un catalizador tapado o dañado no solo eleva las emisiones contaminantes, sino que también puede “ahogar” al motor, provocando una notable pérdida de potencia.
Los síntomas de una falla son claros: un aumento inexplicable y sostenido en el consumo de combustible es el principal indicador de un sensor de oxígeno defectuoso. Si además notas un ralentí irregular y una respuesta lenta del acelerador, las sospechas aumentan. Para el catalizador, una pérdida de potencia, un olor similar a huevo podrido en el escape o un ruido de “cascajo” metálico en su interior son señales inequívocas de que necesita ser reemplazado.
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