Publicado 30 de octubre de 2025 en Uncategorized
El verano en Chile no es solo sinónimo de vacaciones y días largos; para nuestro vehículo, es la temporada de mayor estrés mecánico del año. Las altas temperaturas del asfalto, los viajes largos a la costa o al sur, y los inevitables “tacos” veraniegos con el aire acondicionado funcionando al máximo, someten al motor y a sus componentes a una prueba de resistencia extrema. Un auto que funcionó sin problemas durante el invierno puede revelar fallas críticas bajo el calor intenso. Por eso, una revisión preventiva centrada en los puntos clave de fallo por calor no es una opción, sino una necesidad para garantizar un viaje seguro y evitar que tus vacaciones terminen en la berma de la carretera.
Existe un mito popular de que las baterías de los autos solo fallan en invierno, pero la realidad es que el calor del verano es su enemigo número uno. Las temperaturas extremas bajo el capó aceleran la degradación química dentro de la batería y pueden provocar la evaporación del líquido electrolito, reduciendo drásticamente su vida útil y su capacidad de retener carga. Si a esto sumamos la demanda eléctrica extra del aire acondicionado y del electroventilador trabajando constantemente, una batería que ya estaba débil simplemente colapsará. Un arranque lento por la mañana es la primera señal de advertencia que no debes ignorar.
En segundo lugar, tenemos el único punto de contacto de tu auto con la realidad: los neumáticos. El asfalto chileno en verano puede alcanzar temperaturas superficiales extremas, lo que ablanda el compuesto del caucho y aumenta exponencialmente la fricción. Un viaje largo a alta velocidad en estas condiciones eleva peligrosamente la presión interna del neumático. Si tus neumáticos están desgastados, con la presión incorrecta o presentan grietas por resequedad, el riesgo de un “reventón” es altísimo. Revisar la profundidad del dibujo y, fundamentalmente, inflarlos a la presión correcta (en frío) antes de un viaje largo es un paso de seguridad no negociable.
El sistema de refrigeración es, por supuesto, el protagonista del verano. Su misión es mantener el motor en una temperatura de operación ideal, luchando contra el calor ambiental y el calor que él mismo genera. El líquido refrigerante (o coolant) es vital en esta tarea. Usar solo agua es un error crítico, ya que hierve a 100°C, mientras que un buen refrigerante eleva ese punto de ebullición y previene la corrosión interna del motor y radiador. Un nivel bajo, o un refrigerante viejo que ha perdido sus propiedades, es la receta perfecta para un sobrecalentamiento que puede resultar en una reparación de motor extremadamente costosa.
En Ciper Repuestos, entendemos esta “tríada de la seguridad” del verano a la perfección. Sabemos que una batería confiable, neumáticos en buen estado y un sistema de refrigeración óptimo son los pilares para un viaje tranquilo. Por eso, hemos reforzado nuestro inventario de cara a la temporada, ofreciendo baterías de alta durabilidad diseñadas para soportar el calor extremo, una completa gama de líquidos refrigerantes de las mejores marcas para cada tipo de motor, y los neumáticos con el compuesto y dibujo adecuados para el asfalto caliente de las carreteras chilenas.
No dejes la seguridad de tu viaje al azar. Una falla en cualquiera de estos tres componentes es evitable con una simple inspección preventiva. Antes de comenzar tus vacaciones, asegúrate de que tu auto esté listo para el desafío del calor. Visita la tienda online de Ciper Repuestos o acércate a nuestros locales para encontrar todo lo que necesitas en un solo lugar. Prepara tu auto con la calidad y garantía que solo Ciper Repuestos te puede ofrecer y dedícate únicamente a disfrutar del verano.